Europa

Ice Hotel en Suecia: Reflexiones sobre la Impermanencia

El Ice Hotel no es solo un alojamiento para que los huéspedes puedan pernoctar, sino que también es una obra de arte efímera que se reconstruye todos los años. Cuando lo visité en marzo de 2024, no podía parar de preguntarme cómo era que ese lugar tan increíble se derretiría a finales del invierno. El nivel de detalle que cada una de las habitaciones tenía me generaba un millón de dudas sobre su construcción. Entre ellas, me preguntaba cómo se ponía tanto esfuerzo en construir algo tan bello que tiene una fecha de expiración desde el momento cero.

El hotel, edificiado con bloques de hielo y nieve sacados del río más cercano, se derrite todos los años con la llegada de la primavera. En este sentido, podemos pensar que, como la naturaleza, tiene un tiempo cíclico, no lineal. Del río vino y en el río va a terminar después de cuatro meses. Creo que esta imagen nos permite pensar sobre la impermanencia y la belleza de lo transitorio.

En este sentido, miles de turistas se acercan al hotel durante el invierno en Laponia, sabiendo que se derretirá cuando llegue la primavera. Me pregunté entonces qué significa visitar un lugar que va a desaparecer en cuestión de meses y cómo se vive esta experiencia. A diferencia de grandes monumentos históricos que han estado en el mismo lugar por años, el Ice Hotel se mantiene en pie mientras dure el invierno.

Mi experiencia en el Ice Hotel

El Ice Hotel original se encuentra en Jukkasjärvi, un pequeño pueblo en el norte de Suecia, a unos 200 km por encima del Círculo Polar Ártico. Es posible visitarlo desde diciembre hasta abril, cuando se avecina la primavera.

Las habitaciones y esculturas son diseñadas por artistas de todo el mundo, que trabajan arduamente durante meses para darle vida al hotel utilizando pedazos de hielo traídos del rio Torne. Es por esto que cada habitación tiene un estilo y una temática diferente. Cada una tiene una energía distinta, que cautiva a los miles de turistas que se adentran en el hotel con sus camas, lámparas y esculturas hechas de hielo.

Como se puede ver, las habitaciones cuentan con electricidad e iluminación. Hay algunas que tienen hasta objetos pequeños hechos de hielo, con diferente textura y patrones. Las camas están cubiertas con pieles de reno para mantener calientes a los huéspedes.

Sin embargo, no creo que dormir ahí sea una experiencia del todo placentera debido al frío que hace dentro del hotel. Durante mi visita, tuve que usar un traje de nieve y varias capas de ropa térmica para intentar mantenerme caliente. Si bien las camas tienen pieles de reno y bolsas de dormir térmicas son otorgadas, el frío es notable.