Asia

El Budismo en Tailandia: reflexiones de una viajera occidental 

Como viajera latina que se crió en el cristianismo, una de las cosas que más me interesaba de Asía era ver cómo funcionaba el budismo. Quería ver también si había alguna diferencia entre el budismo descrito en el papel con lo que estaría efectivamente sucediendo en dicho contexto, sobre todo en Tailandia, el primer país al que llegaría. 

Claro que sabía que habría diferencias entre lo que había leído tantas veces en distintos libros y la aplicación en la vida cotidiana. También estaba al tanto de que mi perspectiva occidental se colaría por mis impresiones sobre la cultura tailandesa y que moldearía mi interpretación.  

Sabía que varios factores sociales y culturales estarían totalmente fuera de mi comprensión. No solo porque desconozco la vida cotidiana en dicho continente, sino también porque mi impronta me impediría ver muchas cosas que estarían pasando. Mi perspectiva podría ser, además, errónea, totalmente desacertada y hasta ignorante.  

Sin embargo, todo punto de vista está construido desde un contexto determinado y no creo que el mío deje de ser válido por no ser absoluto. Sabiendo las limitaciones de mi perspectiva occidental, me gustaría exponer qué fue efectivamente lo que percibí como una mujer latina que se acercaba por primera vez a Asia para ver, intentando no juzgar ni tampoco romantizar, cómo funciona el budismo.  

Por lo tanto, puedo decir que mi experiencia en Tailandia como mujer que ha viajado por varios países y que ha leído incontable cantidad de libros sobre budismo y espiritualidad me dejó con sentimientos encontrados, especialmente en lo que respecta a su relación con las mujeres. 

El Budismo Theravada en Tailandia: Una Introducción

El budismo en Tailandia sigue principalmente la tradición Theravada, una de las ramas más antiguas del budismo. A nivel teórico, el budismo Theravada enfatiza la búsqueda del nirvana, la eliminación del sufrimiento a través de la meditación, la sabiduría y la moralidad. La enseñanza central se encuentra en los cuatro nobles verdades, principios que buscan ayudar a los seres humanos a alcanzar la iluminación. 

Una de las ideas fundamentales es la creencia en el karma, donde cada acción influye en el destino de la persona. En el budismo teórico, no hay distinción de género cuando se habla de la posibilidad de alcanzar el nirvana. Todos, sin importar su sexo, tienen el mismo potencial para liberarse del sufrimiento. Sin embargo, mi experiencia en Tailandia mostró que la práctica budista en la vida cotidiana es más compleja y, a menudo, más rígida. 

Desigualdades de Género en la Práctica Budista Tailandesa

Al llegar a Tailandia, me di cuenta de que el budismo no se vive de manera tan inclusiva e igualitaria como en sus enseñanzas fundamentales. En la práctica, el budismo tailandés sigue un enfoque tradicional que se entrelaza con las normas culturales y sociales del país. Esto se refleja en la relación entre el budismo y las mujeres, que sigue siendo un tema delicado. 

Por ejemplo, existen templos donde las mujeres no pueden entrar, especialmente en aquellos que son considerados los más sagrados. Esto nos ocurrió, por ejemplo, en Chiang Mai, cuando quisimos visitar uno de los tantos templos que hay en la ciudad. La razón por la cual no podíamos visitar los templos era por la idea de que somos “impuras” durante ciertos períodos de nuestra vida. Este sería el caso, por ejemplo, de los días que tenemos la menstruación. Ya que sería absurdo verificar quiénes están en su período antes de entrar, se opta por prohibir siempre el acceso a todas las mujeres.

Otro hecho que también me impactó es que las mujeres no podemos tener ningún tipo de contacto físico con los monjes. Si es posible hablar con ellos, pero no podemos saludarlos con la mano ni sentarnos a su lado. Considerados como la encarnación de la pureza espiritual, los monjes no deben entrar en contacto con mujeres para evitar la tentación. En los transportes públicos, las mujeres no pueden ocupar un asiento que está junto a un monje por el riesgo de tocar su túnica. 

Aparte de las restricciones de acceso a ciertos templos, las mujeres no pueden recibir ciertas enseñanzas directamente de los monjes, ni pueden ser monjas al nivel de sus contrapartes masculinas. Las mujeres pueden convertirse en monjas (bhikkhuni), pero no se les permite acceder a los mismos rangos de autoridad espiritual que los hombres.  

Movimientos Feministas y la Lucha por la Igualdad 

Afortunadamente, en los últimos años han surgido movimientos feministas en Tailandia que luchan por una mayor igualdad de género dentro de la práctica budista. Activistas y mujeres budistas están exigiendo el derecho a ocupar roles de liderazgo en los templos. Algunos, incluso, han solicitado la restauración del linaje de bhikkhuni. Este permitiría a las mujeres acceder a los mismos derechos y dignidad que los monjes hombres. 

Estos movimientos señalan que, a pesar de la profunda tradición cultural y religiosa, hay una necesidad de cambiar las estructuras que perpetúan la desigualdad. Las mujeres tailandesas están comenzando a alzar la voz por el derecho a acceder al budismo de manera igualitaria.

La Influencia de la Monarquía en el Budismo Tailandés  

Con aproximadamente un 95% de la población practicando esta doctrina, su influencia se extiende más allá de los templos y ceremonias religiosas. Alcanza la estructura política y el sistema monárquico del país. La monarquía fue un factor clave en la preservación y promoción del budismo, lo que generó una relación práctica entre la religión y el Estado. 

Desde tiempos ancestrales, la monarquía ha desempeñado un papel crucial en la protección del budismo en Tailandia. Los reyes han sido tradicionalmente considerados monarcas que gobiernan con base en los principios budistas del Dharma. Esta visión les otorga no solo legitimidad política, sino también una conexión espiritual con la población, lo que refuerza su autoridad y el respeto hacia la institución real. 

Uno de los aspectos más visibles de esta relación es la presencia de figuras del rey en todos los templos budistas del país. Los retratos de los monarcas se encuentran junto a imágenes de Buda, simbolizando la unidad entre la religión y el Estado. Este fenómeno no solo refuerza el respeto hacia la monarquía, sino que también subraya el papel del rey como protector del budismo en Tailandia. 

el rey y buda

Conclusión: La Dualidad del Budismo en Tailandia 

Mi experiencia en Tailandia me mostró que el budismo en este país es mucho más que una filosofía espiritual; está profundamente enraizado en las estructuras sociales, culturales y políticas. Si bien el budismo Theravada predica la igualdad de todos los seres humanos, la realidad en Tailandia refleja una dualidad entre la teoría y la práctica. 

El impacto cultural, emocional y psicológico en los tailandeses, especialmente en las mujeres, es profundo, ya que las enseñanzas budistas se ven moldeadas por una tradición que no siempre promueve la igualdad de género. Este punto considero que es de lo más contradictorio, ya que, al creer en la reencarnación, no debería ser relevante el sexo de una persona en la presente vida. Si hemos reencarnado ya varias veces cómo hombres y mujeres, ¿Por qué es relevante para mi camino hacia el nirvana que ahora, en esta vida, sea mujer?  

Otro punto que se repite es la unión entre la política y la religión, tal como se da en occidente. El rostro del rey que se multiplica de forma infinita en todos y cada uno de los templos que visité daba cuenta de la poderosa conexión que existe entre ambas partes. Al mismo tiempo, muestra cómo tal alianza permite la perpetuación de la monarquía. Con el mismo respeto que se venera a los Budas, sin jamás darles la espalda ni apuntar los pies directamente a su figura, se adora al Rey, figura que no puede ser cuestionada ni siquiera a pesar de los numerosos escándalos. 

En este sentido, el budismo ha ayudado al establecimiento de un sistema político que no admite cuestionamientos a través del adoctrinamiento de una sociedad que prefiere el auto silencio al cuestionamiento de la figura de autoridad.  

En conclusión, creo que como en numerosas ocasiones, hay una escisión entre la teoría budista y la aplicación que se efectúa en dicha sociedad. Por un lado, está el camino hacia el nirvana y las cuatro nobles verdades, pero también vemos la manipulación política y las desigualdades de género que la implementación del budismo inscrita en esta sociedad perpetúa.  

Sin embargo, no creo que esto sea motivo para desmerecer las enseñanzas del budismo ni todo lo bueno que genera. Creo que tenemos que aprender a separar las aplicaciones políticas en determinado contexto para rescatar los valores transmitidos y las buenas acciones individuales y colectivas que esta doctrina filosófica suscita. 

2 Comments on “El Budismo en Tailandia: reflexiones de una viajera occidental 

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